Ingredientes:
300 g de pasta (penne, farfalle o tu preferida)
500 g de calabaza (tipo butternut o similar)
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
1 taza de caldo de verduras
1/2 taza de nata para cocinar (crema de leche)
2 cucharadas de aceite de oliva
10 hojas de salvia fresca (o 1 cucharadita de salvia seca)
1/2 taza de queso parmesano rallado
Sal y pimienta negra al gusto
1/4 cucharadita de nuez moscada (opcional)
2 cucharadas de nueces (opcional, para decorar)
Instrucciones:
Preparar la Pasta:
Llena una olla grande con agua y añade una cucharada de sal. Lleva el agua a ebullición.
Cocina la pasta según las instrucciones del paquete, hasta que esté al dente. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue. Guarda una taza del agua de cocción y luego escurre la pasta.
Preparar la Calabaza:
Pela la calabaza y córtala en cubos pequeños.
Pela y pica finamente la cebolla y los dientes de ajo.
Cocinar la Calabaza:
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo y sofríe hasta que estén tiernos y transparentes, aproximadamente 5 minutos.
Añade los cubos de calabaza y cocina durante 10-12 minutos, hasta que estén tiernos. Remueve ocasionalmente para que se cocinen uniformemente.
Preparar la Salsa:
Transfiere la calabaza cocida a una licuadora o procesador de alimentos. Añade el caldo de verduras y mezcla hasta obtener una crema suave.
Vuelve a colocar la mezcla de calabaza en la sartén y agrega la nata para cocinar. Cocina a fuego lento durante unos 5 minutos, hasta que la salsa se espese un poco. Añade la nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
Si usas salvia fresca, calienta una pequeña cantidad de aceite de oliva en una sartén y fríe las hojas de salvia hasta que estén crujientes. Reserva para decorar.
Combinar la Pasta y la Salsa:
Mezcla la pasta escurrida con la salsa de calabaza en la sartén. Agrega un poco del agua de cocción reservada si la salsa está demasiado espesa. Cocina a fuego bajo durante 2-3 minutos para que la pasta se impregne bien con la salsa.
Servir:
Sirve la pasta en platos individuales. Espolvorea con queso parmesano rallado y decora con las hojas de salvia crujientes y nueces, si las usas.
Este plato de pasta con salsa de calabaza y salvia es una opción reconfortante y llena de sabor, ideal para los meses más frescos. La salsa cremosa y la fragancia de la salvia hacen de este plato una verdadera delicia. ¡Disfruta!